Los vestigios romanos del siglo II AC encontrados en las ensenadas del Hornillo, Isla del Fraile y
junto al promontorio costero que dio nombre a la ciudad, manifiestan que este paraje situado en
el límite del Reino de Murcia y el Reino de Granada tuvo asentamientos de población desde la
Antigüedad.
Los viajes de reconocimiento de Verboon y Feringán entre 1720 y 1740 llevaron a la construcción
del Castillo de San Juan de las Águilas para la defensa y protección de las operaciones de
embarque de productos en el puerto. Las incursiones berberiscas y anglo-francesas que
amenazaban la integridad territorial de España a principios del siglo XVIII motivaron tanto
la ampliación del castillo como el establecimiento de una población en 1766 por recomendación
expresa del Conde de Aranda al rey Carlos III.
Hasta casi finales del siglo XIX la población de Las Águilas fue considerada más como enclave de
interés militar y estratégico que comercial. Pero los planos de Gerónimo Martínez de Lara fechados
en 1787 muestran la evolución de una población que sigue los más genuinos cánones urbanísticos
de la Ilustración, abandonando definitivamente el modelo abaluartado y defensivo originalmente propuesto. Sería la expulsión de los franceses y la
proclamación de la Constitución española de 1812 lo que motivaría que Águilas constituyera su primer ayuntamiento, juramento materializado el día 19 de
julio de 1812 ante las autoridades militares, administrativas y eclesiásticas de la población. Sin duda el más incipiente e importante acontecimiento histórico
para la población desde que en el siglo XII los árabes construyeran una torre sobre el característico promontorio rocoso llamado Hins Al-Akila.
Por ello este libro conmemora el Bicentenario del Ayuntamiento Constitucional de Águilas.
(Este libro fue publicado en julio de 2012) |