La hemeroteca es la fuente de información más interesante que he
encontrado sobre Águilas, pues a diferencia de la tradición oral, cuenta con
el rigor informativo y cronológico propio de la prensa escrita.
La cuidadosa selección y trascripción de las noticias aparecidas y publicadas
sobre este pueblo costero entre los años 1875 y 1939 nos permite saber
más y de primera mano sobre los sucesos que marcaron el destino de un
pueblo que luchó por su futuro en un período clave de su historia.
Los acontecimientos que con mayor detalle fueron recogidos día a día en
las páginas de la prensa, fueron, precisamente, los que posteriormente
mayor repercusión tendrían para su desarrollo, como fueron la construcción
del nuevo puerto, la construcción del ferrocarril (primero del tramo de
Águilas a Almendricos y luego su continuación hasta Lorca y Baza) y de la
construcción del embarcadero del Hornillo.
En su conjunto, todas estas noticias ofrecen un magnífico retrato en blanco y
negro de la historia reciente de Águilas, del día a día del pueblo y de sus gentes, del carácter de sus pobladores, de sus ambiciones y anhelos, de sus
deficiencias, de sus costumbres, de sus desgracias, de sus fiestas y también de sus tradiciones; en definitiva, de los acontecimientos que hicieron que Águilas llegara a ser lo que es hoy día, y que hicieron que los aguileños seamos como somos hoy.
Precisamente una de las principales cualidades que se destacaban en los diarios de aquella época era la hospitalidad de las gentes de Águilas, manifestada
de forma especial durante la visita a nuestro pueblo de grupos de niños o jóvenes. Son realmente entrañables las noticias sobre el acogimiento entre las
familias del pueblo de las primeras colonias escolares organizadas en la provincia, de la visita de agrupaciones de exploradores de otras ciudades (las
primeras de España) o sobre las bandas de música que venían invitadas a nuestro pueblo (el primero en tener banda de música en la región).
Tal y como decía un periodista de El Liberal en 1921:
“Águilas, por sus variadas y espléndidas playas, por su cielo purísimo, por sus bellas y elegantes mujeres, por su condición hospitalaria, por la cultura
de sus hijos, por ese simpático cosmopolitismo de pequeña población a la europea, bien podemos llamarla ’Águilas la bella’.”
(Este libro fue publicado en julio de 2008) |